Se acaba hoy, el campeonato. Pero hace unos días, leyendo el diario, vi esta primera imagen, e hice un pantallazo para comentar algunas cosas sobre el cristianismo. No es ser muy original, porque el deporte —y el atletismo, en concreto— sirvieron a San Pablo, el apóstol de las gentes, para ilustrar sus explicaciones de algunos aspectos importantes de la vida de los cristianos. (Añado aquí un enlace con algunos). Así, en la primera carta a los cristianos de Corinto —allí sabrían de qué hablaba cuando se refería a los eventos deportivos—, les escribe: ¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis! Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible. Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo m...
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